Nueva
Sale del atrio celestial templado de cadáveres el sol.
No están allí los inmortales,
sino los caídos en batalla, oímos.
No están allí los inmortales,
sino los caídos en batalla, oímos.
Y el esplendor no repara en la putrefacción. Nuestra deidad,
la Historia, nos ha dispuesto una sepultura
de la que no hay resurrección.
la Historia, nos ha dispuesto una sepultura
de la que no hay resurrección.
Traducción de Arturo Parada
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